Septiembre es el Mes nacional del acogimiento familiar. Cuando se separa a un niño de su hogar, se le puede colocar en un hogar de acogida o en un centro colectivo, pero la colocación preferida es con alguien con quien el niño ya tenga una relación sólida. Esto se llama acogimiento familiar.
La acogida por familiares permite que los niños del sistema de protección de la infancia vivan con miembros de su familia. Esto puede mejorar enormemente su experiencia en la acogida, manteniéndolos más cerca de sus comunidades y seres queridos.
Son muchos los beneficios que obtiene un niño cuando se le asigna a un cuidador familiar en vez de a un hogar de acogida tradicional. Estas ventajas incluyen:
El niño experimentará menos traumas y tendrá una mayor sensación de estabilidad;
Los grupos de hermanos tienen más probabilidades de permanecer juntos;
Es más probable que el niño permanezca en su comunidad de origen, lo que normalmente le permite permanecer en su escuela y mantener conexiones con su identidad cultural.
Una vez que un niño en acogida por familiares sale del sistema de acogida, es menos probable que vuelva a entrar.
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Gracias a su apoyo, CASA pudo proporcionar a una tía abuela materna una trona y una cuna. La tía abuela Susan nunca había tenido hijos y estaba dispuesta a acoger a sus cuatro sobrinos nietos, de edades comprendidas entre el primer y el segundo grado. Cuando CASA María fue a visitar a los niños a su nuevo hogar, la tía abuela Susan se puso muy contenta cuando le dijeron que le entregarían la trona y la cuna esta semana. Se emocionó mucho durante la visita y lloró, diciendo que adora a los niños y que no podía estarse quieta sabiendo que estaban en un hogar de acogida lejos de su familia.
Gracias a su generosidad, el grupo de hermanos ya no está en acogida y vive con un familiar cariñoso.