Gracias por dar.

En 2016 compartimos con vosotros la historia del dulce bebé Bryan. La voluntaria de CASA conoció a Bryan, que solo tenía unos meses en ese momento, en el hospital donde estaba ingresado. A su llegada, Tricia se quedó absolutamente sin palabras y en estado de shock al ver su cuerpo destrozado en una cama de hospital tan grande. Le rompió el corazón encontrarlo en un estado tan horrible: estaba en coma y sufría convulsiones, fracturas y muchos huesos rotos por todo el cuerpo. Los médicos dijeron que su capacidad para andar, hablar y jugar quedaría muy afectada.

Pero eso no detuvo la feroz defensa de Tricia como voluntaria de CASA de Bryan, ni la lucha de Bryan por sobrevivir. Fue un largo camino hasta la recuperación, pero Tricia trabajó para asegurarse de que Bryan estuviera en un entorno seguro y de apoyo para que pudiera curarse de sus heridas, física, mental y emocionalmente.

Tricia dice que Bryan era "un regalo" y que "como voluntaria, puede que no seas la doctora que lo salva de un peligro inmediato, pero eres la que te aseguras de que el resto de su vida va a tener el hogar que necesita".

¡Hastahoy, siete años después, Byan es un niño de segundo grado sano, en crecimiento y juguetón! Está prosperando con su familia adoptiva y "alcanzando hitos que se suponía que nunca conseguiría", dice Lee Gonzales, padre de Bryan. A Bryan le encantan los viajes familiares, ya que siempre se aseguran de parar en su lugar favorito: Buc-ee's.

GRACIAS por estar ahí para niños como Bryan, dándole un defensor que no abandonó su cama y ayudándole a convertirse en el niño juguetón y bullicioso que es hoy.