Por la colaboradora invitada Nola Johnson, autora y defensora de confianza contra el acoso infantil
Cuando un adulto oye la palabra acoso, muchos creen que se trata simplemente de insultar a alguien o de empujones en el patio de recreo, por ejemplo. Sin embargo, el acoso tiene muchos efectos a largo plazo que todos los padres, profesores y personal deben conocer. En primer lugar, es importante saber exactamente qué es el acoso escolar. El acoso escolar, según la definición del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), es cualquier comportamiento agresivo no deseado por parte de otro joven o grupo. Implica un desequilibrio de poder percibido y se repite varias veces. Cuando se explica la definición de acoso escolar, adquiere un nuevo contexto y, por lo tanto, debe tomarse más en serio cuando una persona afirma que, efectivamente, es víctima de acoso escolar. En mi exitoso libro What Every Adult Needs to Know About Child Bullying, se explica que el acoso infantil tiene los mismos efectos que cualquier trauma infantil. Esto incluye abuso sexual, abuso físico o cualquier forma de maltrato infantil. Estos efectos y síntomas incluyen: TEPT, depresión severa, ansiedad, insomnio y baja autoestima. Sabiendo esto, es esencial que cuando un niño declare que es víctima de acoso escolar, el adulto o tutor de ese niño, se lo tome muy en serio, ya que estos efectos pueden durar mucho tiempo en su vida adulta.
Es vital que todos los padres sean conscientes de los signos y síntomas de que su hijo puede ser víctima de acoso escolar, o si su hijo es, de hecho, un acosador. Los signos de que su hijo puede ser víctima de acoso pueden ser: que llegue a casa con moratones, que le roben sus objetos personales o que se aleje de su familia. Otros signos son las pesadillas e incluso mojar la cama. Los signos de que su hijo puede ser un acosador incluyen: comportamiento agresivo hacia niños que pueden ser considerados "diferentes", con necesidades especiales o más pequeños que ellos; llegar a casa con objetos que no son suyos y ser constantemente reprendido por un comportamiento desagradable en la escuela o con los hermanos.
Dado que los índices de suicidios aumentan debido al acoso escolar, los padres, profesores y personal deben investigar siempre que un niño se queje de ser acosado. También es necesario conseguir ayuda adicional para las víctimas de acoso, como asesoramiento o terapia. Se recomienda a los padres que conozcan las normas sobre acoso de su centro o distrito escolar y, lo que es más importante, que conozcan los signos y síntomas.
Sobre el autor
Nola Johnson es autora y defensora contra el acoso infantil. "Utilizo mis escritos creativos como herramienta para empoderar a los niños, al tiempo que proporciono a padres, profesores y personal educativo las herramientas necesarias para ser conscientes de los signos y síntomas de que un niño puede ser víctima de acoso, o si un niño es, de hecho, un acosador. Mi objetivo es concienciar sobre los efectos a largo plazo en la salud mental de este tipo de traumas, como la ansiedad y la depresión, y cómo pueden reducirse o evitarse. He colaborado con las escuelas aquí en el área de Fort Worth, TX, y otras organizaciones para difundir la conciencia. Yo misma fui víctima de acoso grave cuando era niña y ahora mi pasión es luchar contra él".
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