Historia de éxito: Millie
"¿Me estás diciendo que esta niña no tiene a nadie?"
El Juez no podía creerlo. Millie estuvo en un hogar de acogida durante dos años, y nadie pudo encontrarle una familia. A los dos años, Millie estaba sola y su futuro era incierto.
Gracias a donantes generosos como usted, Millie tuvo un voluntario de CASA para asegurarse de no caer en las grietas de un sistema de bienestar infantil abrumado. La voluntaria de CASA de Millie, Laura, no se daba por vencida en encontrar un hogar permanente para esta preciosa niña.
Te encantaría Millie - todo el mundo lo hace. Una dulce y sonriente niña de dos años con rizos rubios, te mostraría sus zapatos poco después de conocerte. Le encanta comprar zapatos y le encanta cambiárselos 2-3 veces al día.
Te hablaría como si siempre te hubiera conocido, pero no te mostraría sus verdaderos sentimientos, los hogares de acogida hacen eso a los niños. Podrías decir que los extraños son normales para Millie. Se mudó a muchos hogares de acogida diferentes en sus dos primeros años de vida. Incluso a los dos años de edad, decía "¡Adiós! Encantada de conocerte!" Usaba mucho esa frase en los hogares de acogida.
Como tú, la CASA Laura quería más para Millie. No se estaba dando por vencida con ella.
Debido a su generosidad, CASA siguió buscando una familia para Millie. Los niños como Millie necesitan que la gente como tú y yo agotemos todas las opciones para encontrarles una familia segura y permanente.
Con su apoyo, CASA encontró parientes que podrían ser ese hogar para siempre para esta dulce niña. Terminaste con su incertidumbre y te aseguraste de que no volviera a estar sola.
¡Por amigos como usted, fue adoptada por sus parientes en septiembre! A las pocas semanas de la adopción, Millie floreció en su hogar permanente. "Eres mi mami, eres mi papi", le dice a sus padres con una sonrisa de oreja a oreja.
"Es más cariñosa... al principio no mostró sus emociones, ahora sí. Creo que finalmente se siente segura...", dijo la madre Sharon al personal.
Gracias a vosotros, Millie ahora tiene a alguien que la mece para dormir todas las noches. En lugar de que unos extraños la acuesten por la noche, ahora sus padres definitivos le lavan los dientes y le ponen el pijama todas las noches. Le encanta ir a los partidos de fútbol del instituto en su pequeña ciudad, donde todo el mundo la conoce y la quiere. Todo gracias a ti.