¿Qué le hizo decidirse a ser un CASA? Conocí CASA hace años a través de Kappa Alpha Theta. La pandemia me inspiró a priorizar y sacar tiempo para algo que siempre había querido hacer.
¿Cuál ha sido la parte más gratificante de ser un CASA? Son las pequeñas cosas: las sonrisas y los abrazos de los niños, el agradecimiento de un padre biológico o de acogida o la sensación de logro cuando resuelves un problema. Me uní a CASA porque quería ser una luz brillante en la vida de un niño y lo que subestimé fue lo mucho que cambiaría mi vida.
Por favor, comparta con nosotros un momento especial de su trabajo de defensa con su niño de CASA o en su caso. Cuando salía de una visita con los niños, despidiéndome, el pequeño de cinco años me saludó con un "¡Sé buena, Sara!". Ese momento me calentó el corazón.
Después de meses de que uno de mis niños de CASA no recibiera la terapia de juego que necesitaba, finalmente fue puesto en la lista con una espera de 6 meses. Hice algunas llamadas telefónicas y encontré un terapeuta de juego que podía verlo la semana siguiente. Estos niños a menudo sólo necesitan a alguien que dedique un poco más de tiempo y esfuerzo y haga un seguimiento en su nombre.
¿Cuál es su forma favorita de conectar con su(s) niño(s) de CASA? Me encantan las manualidades, la lectura de cuentos o el tiempo en el patio de recreo. Puedes aprender mucho observando a los niños en acción y también les da la oportunidad de abrirse mientras se divierten.
¿Por qué cree que es importante para los niños de acogida contar con un voluntario de CASA en una época tan caótica?Hay muchos niños que necesitan amor, apoyo y adultos constantes en sus vidas. La presencia de los voluntarios de CASA puede tener un impacto duradero en su experiencia de acogida y en su infancia. Esto no sólo beneficia a estos niños, sino que se extiende a sus familias, escuelas y, en última instancia, a nuestra comunidad en su conjunto.