Mayo es el mes de la concienciación sobre la salud mental. Hemos preguntado a dos voluntarios de CASA, profesionales de la salud mental, cómo puede la comunidad apoyar a los niños en acogida y a las familias con problemas de salud mental.
"Conocer a alguien que sufre problemas de salud mental o incluso conocer a alguien que conoce a alguien te convierte en miembro de la comunidad. Esto significa, en primer lugar, que no estamos solos y que los problemas de salud mental afectan a todas las familias y a todas las comunidades.
Como cuidadores, es importante recordar que debemos ser pacientes, comprensivos y brindar apoyo tanto a nosotros mismos como a nuestros familiares. Establecer y mantener límites apropiados y seguros para uno mismo y crear un sistema de apoyo también son componentes clave. El autocuidado es esencial.
El acceso a la atención y los recursos y, a veces, la falta de deseo de ayuda pueden ser obstáculos para apoyar a las familias. Como comunidad, podemos informarnos haciendo preguntas y leyendo artículos sobre bienestar mental. Identificar recursos, tanto locales como nacionales, puede ayudar a la educación y la comprensión. Los familiares pueden sentirse aislados y solos. Como miembros de la comunidad, podemos mantenernos conectados ofreciendo ayuda cuando sea necesario. A veces puede ser tan sencillo como escuchar a un cuidador. La defensa y el ofrecimiento de ayuda en general también comunican preocupación y apoyo.
Apoyar a una familia que sufre problemas de salud mental puede ser difícil y frustrante para todos los implicados. Sea sincero y directo con sus preocupaciones. Es esencial que interactuemos con las personas con empatía, respeto y compasión. "
"Como consejera licenciada en dependencia química y CASA, tengo una perspectiva única sobre los problemas de consumo de sustancias y cómo afecta a las familias. He estado en el campo de la adicción al alcohol y otras drogas durante más de 4 años y mi esperanza es proporcionar a los voluntarios CASA alguna orientación sobre la mejor manera de ayudar a los niños cuyas familias luchan con el consumo de sustancias. En primer lugar, la forma de abordar la situación es importante. La adicción es tanto un trastorno mental como un complejo trastorno cerebral. Por lo tanto, un enfoque compasivo y sin prejuicios es la base para ayudar a las familias que experimentan esta enfermedad. Una persona que lucha contra las sustancias no es un delincuente al que hay que castigar, sino un enfermo que necesita ayuda. En segundo lugar, es importante que los niños y adolescentes puedan hablar honestamente sobre las sustancias. Haciendo con delicadeza preguntas abiertas, como "dime, ¿qué sabes de las drogas?", se puede sacar a la luz un tema tabú.
A menudo, el consumo de drogas se mantiene en secreto o es el elefante en la habitación del que nadie habla. Los voluntarios de CASA pueden mantener el espacio dejando que el niño dirija la conversación. Estas conversaciones honestas y sin juicios pueden dar a los niños una sensación de alivio y la capacidad de procesar las complejidades de la misma. Los voluntarios de CASA pueden ayudar a los niños de acogida validando sus miedos y emociones sobre temas de la vida real. Los voluntarios de CASA también pueden ayudar a los niños de acogida a desarrollar habilidades de resiliencia para evitar el consumo de sustancias, animándoles y preguntándoles sobre sus actividades/intereses saludables.
Por último, los voluntarios de CASA ayudan a proporcionar un entorno seguro y enriquecedor. Este apego saludable no sólo les ayuda a hacer frente a los problemas familiares en casa, sino que también les proporciona fuerza para manejar los factores estresantes de la vida. Juntos, podemos ayudar a las familias a sanar y a los niños a crecer. "