Marzo es el Mes Nacional del Trabajo Social, un tiempo para reconocer y celebrar las inestimables contribuciones de los trabajadores sociales en todo el país. En CASA del Condado de Tarrant, nuestros trabajadores sociales desempeñan un papel crucial en la defensa de los niños en el sistema de cuidado de crianza, asegurando que sus voces sean escuchadas y sus necesidades sean satisfechas. Este mes, estamos orgullosos de destacar dos de nuestros trabajadores sociales dedicados, Eleonor De Jesús y Natalie Alfandre, LMSW, cuya pasión y compromiso hacen un impacto duradero en los niños y las familias a las que sirven.
Eleonor De Jesús: Un viaje basado en la defensa y la compasión
El camino de Eleonor hacia el trabajo social comenzó en un hospital, donde trabajó junto a trabajadores sociales de trasplantes. Al mismo tiempo, fue voluntaria de guardian ad litem, lo que la expuso al amplio impacto que los trabajadores sociales tienen en varias industrias. Después de mudarse a Texas y pasar un tiempo como profesora de educación especial, encontró su camino a CASA, donde ha estado marcando la diferencia durante casi dos años. Actualmente está cursando su Maestría en Trabajo Social (MSW), Eleonor está emocionada de profundizar su comprensión y aplicación de los principios del trabajo social.
Para Eleonor, el aspecto más gratificante de su trabajo es ser una luz para los niños y las familias en los momentos difíciles. "Ayudar a los demás desinteresadamente y hacer un trabajo que está 'entre bastidores' es humillante y a la vez muy gratificante", dice. Un caso que reafirmó su pasión fue la defensa de un pariente cuidador responsable de ocho niños. A pesar de los muchos obstáculos, el apoyo de CASA garantizó que los niños permanecieran en un hogar estable y afectuoso con su familia, lo que hizo que el duro trabajo mereciera la pena.
Natalie Alfandre, LMSW: Pasión por la defensa de los derechos de las personas traumatizadas
Natalie siempre supo que quería trabajar con niños, y su interés por el trabajo social surgió a raíz de una presentación en una conferencia universitaria sobre las Experiencias Infantiles Adversas (ACE, por sus siglas en inglés). Aprender sobre los efectos a largo plazo de los traumas infantiles y el poder de la resiliencia la inspiró a seguir una carrera en el trabajo social. Ahora está profundamente comprometida a acompañar a niños y familias en algunos de sus momentos más difíciles.
Natalie se siente realizada en las relaciones que establece, pues reconoce que la resiliencia y la curación llegan a través de la conexión. Un caso que consolidó su dedicación fue el de un niño que había estado en acogida casi toda su vida. Tras una exhaustiva labor de investigación y divulgación, Natalie ayudó a localizar a un pariente lejano que finalmente se trasladó a Texas para adoptarlo. "Saber que este niño va a estar con su familia hace que todo merezca la pena", afirma. "Me recuerda que no debo rendirme y que los pequeños detalles importan".
El papel de los trabajadores sociales de CASA
Cada día como trabajadora social en CASA del Condado de Tarrant es diferente, pero las responsabilidades clave incluyen documentación, recopilación de información, intercambio de recursos y colaboración con defensores, abogados y trabajadores sociales. Eleonor y Natalie hacen hincapié en la importancia de conocer a los niños y las familias donde están, acercándose a su trabajo con una mente abierta y un corazón compasivo.
Generar confianza es el núcleo de su trabajo. "La confianza no es fácil para las familias del sistema", explica Natalie. "No podemos limitarnos a hablar de planes de servicios y problemas de conducta: tenemos que entender quiénes son fuera de este momento". Al fomentar relaciones genuinas, los trabajadores sociales de CASA se aseguran de que las voces de los niños sean escuchadas y respetadas en el sistema judicial y fuera de él.
Un impacto duradero
Tanto Eleonor como Natalie coinciden en que el trabajo social las ha cambiado personal y profesionalmente. Eleonor ha aprendido la importancia de equilibrar la compasión con los límites para evitar el agotamiento, mientras que Natalie ha crecido como defensora de las prácticas equitativas. "Ser trabajador social no requiere grandes gestos", dice Natalie. "Requiere pequeños actos de valentía cada día".
Al celebrar el Mes Nacional del Trabajo Social, rendimos homenaje a Eleonor, Natalie y a todos los trabajadores sociales que dedican su vida a marcar la diferencia. Su trabajo no siempre es visible, pero su impacto es profundo. Gracias a todos los trabajadores sociales que defienden a los niños, las familias y las comunidades: su dedicación y su corazón no pasan desapercibidos.